miércoles, 3 de septiembre de 2008

"Pero el hombre vive en cabañas recubriéndose con un vestido recatado, pues mientras es más íntimo, es más solícito y guarda su espíritu, como la sacerdotisa la flama celeste, que es su entendimiento. Y por eso se le ha dado el albedrío y un poder superior para ordenar realizar lo semejante a los dioses y se le a dado al hombre el más peligroso de los bienes, el lenguaje, para que con él cree y destruya, se hunda y regrese a la eternamente viva, a la maestra madre, para que muestre lo que es, que ha heredado y aprendido de ella lo que tiene de más divino, el amor que todo lo alcanza"

Hölderin

1 comentario:

R-menor dijo...

Me gusta mucho más la luz que tienes ahora; por favor, sigue escribiendo, me encanta leerte.
Un beso desde la islas afortunadas