dígame,
si ese momento de lucidez,
esa imagen nítida,
intrasmitible e irrepitble
y fatalmente inapre(he)nsible
¿valió el alma?
ya no camina por rue st Catherine,
y la música erudita no toca para usted.
bailemos sobre sus palabras (que también son mías)
y nademos en nuestros mares sin profundidad.
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Bueno, así murió el otro blog, y alguien lo extraño (tal vez yo) y por eso lo dejo acá.
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1 comentario:
:(
esto era lo único que me decía que estabas vivo, siempre, cuando las noches eran de fiebre y de sal, y yo sentía que te había imaginado... Y ahora eso tampoco estará.
Te seguiré pensando mientras el mar siga azotando la costa.
Y seguiré sonriendo, pensando en nosotros, esperando... Esperando.
M.
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